A principios de verano una colega alertó en la lista de distribución de esta asociación de la posible intención del Grupo Planeta de imponer a sus colaboradores traductores el uso de una plantilla dentro de la cual tendrán que dividir el texto en estilos de carácter y de párrafo.
Esto, más allá de la conveniencia o no de saber manejar bien el procesador de texto, podría significar la introducción unilateral de una novedad importante en la norma de presentación de traducciones. Bajo el pretexto de favorecer el trabajo de edición, la editorial podría conseguir que una parte del proceso de composición digital de los libros pasara de solapa como un trabajo invisible realizado por los traductores, que tendrían así más presión sin ninguna contrapartida. Hasta la fecha, la localización, identificación y acotamiento en estilos del texto de la traducción han formado parte del trabajo de los maquetadores. Se trata, pues, de un trabajo por el cual los maquetadores son (mejor o peor) remunerados y sobre el cual ejercen cierto grado de control como profesionales.
No nos parecería de recibo que, haciéndolo pasar por mejora de las convenciones de presentación del texto, la editorial impusiera este nuevo protocolo a traductores y maquetadores en detrimento de las condiciones de trabajo de ambos colectivos y en beneficio de ninguno.
Rogamos a todos los traductores que compartan con la junta rectora de ACE Traductores cualquier información o experiencia al respecto, de modo que en su caso podamos articular una respuesta asociativa.