Seco, Sousa, Moliner… Algunas los conocíamos, otras no, pero allí estaban, mirándonos desde el centro de la sala. Fueron las profesoras del taller Meterse en harina, Beatriz Benítez Castro y Marta Torent López de Lamadrid, quienes nos presentaron a las que serían nuestras herramientas para estos dos días: diccionarios, manuales y otros recursos para traducir y corregir.
ACE Traductores y la Unión de Correctores firmaron a principios de este año un Código de buenas prácticas con el objetivo de promover la colaboración y el mutuo entendimiento entre traductores y correctores. Fruto de aquel acuerdo nació este curso, que tuvo lugar los días 29 y 30 de septiembre y pretendía ser una introducción a la traducción y la corrección editorial para personas de perfiles diversos.
Y así fue, ya que si bien el grupo era totalmente femenino (¿no suele serlo tan a menudo en el sector?), nuestro recorrido no podía ser más diferente. Había allí desde estudiantes de posgrado de traducción literaria hasta una astrofísica, pasando por profesoras o subtituladoras. Incluso contamos con compañeras alemanas e italianas que demostraron que, aunque difícil, no es imposible traducir literatura a un idioma extranjero.
Fue un placer escuchar a las profesoras explicarnos cómo presentar una traducción/corrección (que al fin y al cabo es nuestra tarjeta de visita a la editorial), en qué errores solemos caer al corregir o qué herramientas son útiles para ambas tareas. También tuvimos la oportunidad de traducir por parejas y corregir los resultados en un ejercicio de comparación de lo más interesante.
En resumen, un taller inmejorable para introducirnos en el mundo de la traducción y la corrección editorial y para conocer a otras compañeras con intereses similares. Al final del último día algunas incluso celebramos el Día Internacional de la Traducción brindando por san Jerónimo. Muchas gracias a todos los que habéis hecho posible este curso, ¡esperemos que haya más ediciones!